Entramos al centro comercial y vemos los aparadores con esas letras rojas que tanto nos encanta ver y justo cuando piensas en ir y aprovechar para comprar esa prenda que te quedaste con las ganas de adquirir un día antes, te das cuenta que la blusa que vas estrenando y que acabas de comprar justo el día anterior, hoy la encuentras a mitad de precio…

Tradicionalmente cada inicio de año es una etapa que nos lleva a la reflexión, hacemos un recuento de las metas logradas en el transcurso del año que acaba de terminar y decidimos muy animados hacer nuestros propósitos de año nuevo. La mayoría de ellos van encaminados a mejorar varios aspectos de nuestras vidas, siendo los más comunes en la lista: Hacer ejercicio, ponernos a dieta, bajar de peso, terminar algún pendiente que quedó inconcluso y muchas veces dentro de esta lista incluimos mejorar nuestra imagen ya que como común mente se dice año nuevo, vida nueva.

Cada año vemos cómo nuestro entorno va cambiando, renovándose, reinventándose. En los aparadores de todo tipo de tiendas vemos como van poco a poco modificándose y vistiéndose no solo con los diseños y texturas adecuadas a cada temporada, podemos caminar entre ellos casi sin percibir como poco a poco nos van presentando las nuevas propuestas de los diseñadores.